En este artículo vamos a explicar qué es un préstamo, las clases de préstamos que existen en la actualidad a su disposición y qué es lo que te exigen para concedértelos, requisitos y condiciones, todo con el objetivo de informarles, de una forma amena, clara y concisa, sobre cuáles son los productos financieros de este tipo que actualmente ofrece nuestro sistema bancario tradicional a sus potenciales clientes.

Clases de préstamos, requisitos y condiciones

¿Qué es un Préstamo?

En primer lugar definiremos qué es un préstamo:

un préstamo no es más que un contrato celebrado entre dos partes mediante por el cual una entrega a la otra una determinada cantidad de dinero y la otra parte se compromete a devolverlo mediante el pago de una serie de cuotas regulares (o bien en una sola cuota al final del préstamo, si así se pacta) más una serie de gastos por comisiones (comisión de estudio, apertura, cancelación anticipada) e intereses, gastos que asume el deudor y que representan el precio a pagar por el préstamo concedido.

Se suele solicitar para financiar inversiones de proyectos o compras de bienes y servicios que en el momento de llevarlo el interesado no dispone de todo el dinero necesario para poderlo llevar a cabo y es entonces cuando recurre a solicitar un préstamo a una entidad de crédito para poder financiar dicha compra.

Para hablar de los diferentes tipos de préstamos existentes nos fijaremos en la garantía exigida para la concesión del mismo y en función de eso podemos distinguir dos clases de préstamos:

1.- Préstamos con garantía personal.

Los préstamos con garantía personal se suelen solicitar para la compra de un automóvil, para reformas en la casa, para un viaje o para hacer un curso en el extranjero y que no suelen ser de una gran cuantía (máximo 30000 euros) y que se conceden solo con la garantía personal del solicitante. Para ello la entidad financiera nos exigirá que demostremos nuestra solvencia mediante la presentación de una serie de documentación necesaria tales como el DNI, contrato de trabajo, últimas nóminas, declaración del IRPF y documentación de si tiene otros préstamos en vigor para ver si están al corriente de pago (te suelen pedir los últimos recibos pagados), en definitiva, te exigirán toda la información documental necesaria que demuestre que estás en disposición de poder cumplir con tú parte del trato, es decir, devolverles el principal del préstamo más los correspondientes intereses.

Suelen tener tipos de interés más caros (de hasta dos dígitos) y también se suelen conceder con unos plazos de devolución o de amortización más cortos (entre 5 y 8 años) que los préstamos que se conceden con garantía real. Hay empresas financieras que primero te dan una tarjeta de crédito, que es como una línea de crédito con la que puedes financiar tus compras personales y que luego, si no te va bien pagar las compras acumuladas de golpe a final de mes, la entidad financiera te permite el que puedas agruparlas en un préstamo mediante un Reconocimiento de Deuda (que no es más que un préstamo al consumo que reunifica varías compras en un préstamo) y así podrás devolver la totalidad de la deuda en cómodos plazos, pero tienes que tener presente que durante ese plazo la tarjeta queda bloqueada hasta que no hayas devuelto la totalidad del préstamo concedido (así es como funcionan la mayoría de las financieras de la gran distribución en España y esta es una forma rápida y fácil de financiar, por ejemplo, el hardware para tú empresa, pero que no es nada barata).

Los préstamos más normales con garantía personal son los préstamos al consumo y que consisten en que una entidad financiera te financia el precio de la compra de lo que tú quieres adquirir, más los gastos de para la concesión del mismo (que, como hemos dicho más arriba, a veces lo llaman gastos de estudio o apertura, pero que no son más que una comisión que te cobran “by the face” por concederte el préstamo) y que para aprobárlo, tal y como hemos explicado más arriba, te solicitarán una serie de documentación que tú deberás entregar y que ellos estudiarán (decir que, antes de dar el sí definitivo, ellos también mirarán por el ordenador si estás inscrito en el RAI o ASNEFver artículo explicativo sobre RAI Y ASNEF – y como salgas en alguno de esos registros de morosos: olvídate, no te darán un euro) y, por último, se pactará el plazo de devolución y el tipo de interés ( el cual te lo suelen imponer ellos y que no es negociable casi nunca) y, por último, se firmará el contrato de préstamo ente ambas partes y listo, ya te ha sido concedido el préstamo al consumo con garantía personal y con ello ya habrás efectuado el pago al vendedor para la adquisición del bien o servicio que estabas interesado; ya solo te restará ir pagando las cuotas puntualmente hasta la finalización y será entonces cuando ya podrás decir que el bien es totalmente tuyo en propiedad o que ya has pagado totalmente el servicio recibido.

2.- Préstamos con garantía hipotecaria.

En este tipo de préstamos tanto la cuantía (que puede ser de cientos de miles y de hasta millones de euros) como el plazo de amortización (que puede ser de hasta 40 ó 50 años) suelen ser mucho más grandes que en los préstamos con garantía personal, no obstante, en este tipo de préstamos hipotecarios, el tipo de interés suele ser más bajo que en los préstamos con garantía personal y ello es debido a que estamos hablando de grandes cantidades de dinero financiadas a muy largo plazo y que llevan detrás una garantía real que avala el préstamo. Dicha garantía real es lo que conocemos como hipoteca y que es el inmueble en sí que ha sido financiado y que queda sujeto como garantía de la devolución del préstamo. Así, en caso de impago, la entidad se quedaría con dicho bien y lo vendería en pública subasta para poder cobrar lo que se le debe y si sobrase algo (cosa que, actualmente, nunca pasa) se le daría al deudor y listo.

Los pasos correctos para conseguir un préstamo hipotecario a seguir son los siguientes:

1.-Saber el dinero que necesitamos (piensa que los bancos suelen conceder como máximo hasta el 80% del valor de tasación y que no quieren que la cuota hipotecaria suponga más del 30 ó 40% de los ingresos lo cual limita el importe máximo que podéis solicitar).

2.- Consultar ofertas en varias entidades (hay muchos ofertas diferentes y te puedes ahorrar mucho dinero ya que es una financiación de mucho dinero y a muy largo plazo)

3.- Obtener una oferta vinculante de la entidad que más nos interese ( que es un documento por escrito en donde consten todas las condiciones del préstamo hipotecario)

4.-Y por último, una vez han hecho el estudio de nuestra solvencia y aprobado el préstamo hipotecario por parte de la entidad de crédito, solo restará escriturar el préstamo hipotecario ante notario e inscribirlo en el Registro de la Propiedad (inscripción que cancelaremos una vez hayamos pagado la totalidad de dicho préstamo hipotecario).

Todo esto conlleva además una serie de gastos de notaría, de impuestos, de estudio o de apertura, más luego también te exigirán seguros, la tasación del inmueble a tú cargo y otras muchas cosas que hay que tener en cuenta para poder cuadrarlo todo correctamente, cosa que nos exigiría un artículo entero para explicárselo bien a ustedes, así que les prometemos que, en un próximo artículo les detallarameos que tipos de hipotecas hay (a interés variable, fijo, mixto, hipoteca inversa, etc.) cuales son las mejores según sus circunstancias personales y todos estos detalles que hay que tener en cuenta a la hora de firmar una hipoteca, aquí, en Crowdlending.es.

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